Barcelona inicia los trámites para revisar nombres de calles monárquicos

Noticias Cuatro/Agencias 21/09/2015 17:20

La proposición, aprobada con los votos a favor de ERC, BComú, CiU y la CUP, la abstención del PSC y el rechazo de PP y C's, también cita el paseo Isabel II, la plaza Joan Carles I, la calle Alfons XIII, la avenida Príncep d'Astúries, la calle Reina Cristina, el Moll Príncep d'Espanya, y la calle Reina Victòria.

La propuesta --que ha sido transaccionada con BComú eliminando algunas calles como Ferran y Princesa-- se trasladará a los consejos de Distrito afectados antes de someterla a la comisión del Nomenclátor, donde se estudiarán las modificaciones antes de que la alcaldesa, Ada Colau, tome una decisión.

El líder municipal de ERC, Alfred Bosch, ha señalado que su objetivo es que no haya en la ciudad "ningún reconocimiento a una dinastía impuesta por las armas y perpetuada por dictaduras", y ha destacado que la propuesta no va en contra de España ni de los españoles, sino de la monarquía.

La teniente de alcalde de Derechos Sociales, Laia Ortiz, ha recordado que no es una cuestión que deba decidir la comisión, mientras que el comisionado de Estudios Estratégicos y Programas de Memoria, Xavier Domènech, ha dicho que la propuesta pretende solucionar la "sobrerepresentación" de la simbología monárquica en la ciudad, y que trabajarán para que las modificaciones no tengan un coste para los ciudadanos.

El concejal de CiU y exteniente de alcalde de Cultura, Jaume Ciurana, ha apostado por llevar a cabo este análisis del nomenclátor, algo que ha compartido Maria Rovira (CUP), que ha pedido recuperar la memoria histórica de las luchas de la ciudad, mientras que desde el PSC, Carmen Andrés se ha abstenido al no estar de acuerdo con el redactado de la proposición.

Marilén Barceló (C's) ha considerado que impulsar un cambio en los nombres de las calles es "una frivolidad y ninguna prioridad", ya que considera que lo es el paro, mientras que la concejal del PP Àngels Esteller ha dicho que es una propuesta más propia del sectarismo que de una realidad que divide a los ciudadanos.