Liberan a un asesino en serie sueco porque todos sus crímenes eran inventados

Cautro 01/08/2013 14:37

Sture Bergwall con un alter ego al que llama Thomas Quick, confesó a la policía sueca haberse comido a sus víctimas, 33 personas asesinadas en Suecia entre 1976 y 1988.

El hombre relató con pelos y señales los supuestos crímenes, datos espeluznantes de cómo mataba, descuartizaba y se comía a sus víctimas. Policías, investigadores y jueces le creyeron y por ellos fue condenado en 1990.

Sture Bergwall, al parecer, no hacía otra cosa que memorizar los asesinatos no aclarados que leía en los periódicos y después fue a contarlos a la policía.

El caso ha suscitado mucha polémica y críticas sobre el sistema judicial. ¿Por qué los tribunales encontraron a Bergwall culpable de ocho delitos cuando no existían pruebas periciales o testimonios para respaldar sus historias?

En una entrevista con la revista GQ publicada esta semana, dijo que cuando fue encarcelado por un atraco a un banco en 1991, se sentía perdido y luchando con una baja autoestima. "Yo había quemado tantos puentes, estaba sumido en la profunda soledad", dijo. "Yo quería ser una persona interesante. Yo no quería ser una mala persona gris, quería ser otra cosa ".

En el momento en que empezó a confesar asesinatos espantosos fue detenido en una unidad psiquiátrica durante tres años y de ahí, Bergwall siguió aumentando sus fantasías criminales.

Allí no paró en autoacusarse de asesinatos, bajo los efectos de diversos medicamentos. Los psicólogos definieron a Bergwall como una persona con un patológico afán de protagonismo y lo “recompensaban” con las drogas que les pedía.

"Que una persona ha sido declarada culpable de ocho asesinatos y más tarde declarado inocente, es el único caso en la historia legal de Suecia", dijo el fiscal general, Anders Perklev. "Esto tiene que ser considerado como un gran fracaso para el sistema de justicia."