En concreto, estas cifras mantienen a 2016 como el mejor año del decenio en cuanto a incendios forestales, tanto en superficie como en número de fuegos, ya que se han producido 3.133 incendios, menos de la mitad de siniestros que en el mismo periodo del año pasado, y un 56 por ciento menos (55,98%) que la media del decenio.
Del total, casi el 77 por ciento fueron conatos, en los que se quemó menos de una hectárea y algo más del 23 por ciento fueron incendios, en los que el fuego superó esa barrera. De estos 734 fuegos, tres de ellos superaron el límite de las 500 hectáreas arrasadas, lo que les lleva a engrosar la categoría de Grandes Incendios Forestales. Si bien, estos tres GIF son la mitad que los registrados en 2015 y en la media del decenio 2006-2016.
Por otro lado, en cuanto al tipo de superficie, el 62,82 por ciento de las hectáreas quemadas eran de superficie matorral y monte abierto; el 10,92 por ciento (1.194 hectáreas) eran de pastos y dehesas y el 26,25 por ciento restante (2.867 hectáreas), de superficie arbolada.
Los datos confirman también la tendencia descendente de 2016 de la superficie nacional afectada, que alcanza el 0,040 por ciento del territorio.
Así, el ranking del decenio sitúa al presente año en la mejor posición, seguido por los años 2007 (13.547 hectáreas), 2013 (15.266 hectáreas); 2010 (22.118 hectáreas); 2008 (34.953 hectáreas)2014 (35.903 hectáreas); 2006 (37.487 hectáreas); 2011 (38.081 hectáreas); 2015 (41.618 hectáreas); 2009 (53.974 hectáreas) y 2012, el peor con bastante diferencia, con 137.840 hectáreas de superficie arrasada.