Miguel Ángel y su hija María, de 8 años, fueron asesinados hace 14 meses en su casa, en Almonte, Huelva. Sus cuerpos presentaban varias puñaladas y signos de violencia, revelaban ensañamiento. La investigación parecía estancada, pero la madre de la niña fue interrogada por la Guardia Civil el martes y, después, su novio fue detenido. El hombre ha estado presente en el registro de su vivienda. La inspección ocular puso de manifiesto que la puerta de la casa no había sido forzada.Las paredes estaban cubiertas de sangre, lo que hace pensar que las víctimas conocían a sus verdugos y que intentaron defenderse.