Los obispos, aliviados con la formación de Gobierno pero con "reservas", invitan a una "catarsis" contra la corrupción

EUROPA PRESS 21/11/2016 12:18

Así lo ha indicado este lunes 21 de noviembre durante su discurso inaugural en la CVIII reunión de la Asamblea Plenaria de la CEE, que se reunirá a todos los obispos españoles hasta el próximo viernes en Madrid.

"La puesta en marcha del nuevo Gobierno de España, después de tantos meses de estar bloqueada su formación y disminuida la actividad pública, ha significado para la sociedad en conjunto un alivio, con las reservas comprensibles. Pedimos a Dios que acierten en el cumplimiento de la responsabilidad que han asumido para la gestión del bien común", ha deseado.

De esta forma, ha señalado que se abre un horizonte de esperanza pero para lograrlo, ha propuesto a la sociedad someterse a una "catarsis" para combatir la corrupción "con tantas personas implicadas". "En la situación actual debemos llevar a cabo una catarsis, una purificación profunda de actitudes y un cambio de conducta moral. La corrupción con tantas personas implicadas y diversos focos de contaminación ha degradado el servicio público", ha advertido.

Según ha precisado, han trascendido a la opinión pública hechos de corrupción, al tiempo que miles de personas perdían su puesto de trabajo y ha puntualizado que "la falta de honradez causa irritación". Por ello, considera imprescindible una regeneración ética.

Además, ha precisado que para mirar al futuro con esperanza no se puede olvidar el pasado porque, a su juicio, en la historia de España "hay motivos para la humillación y la gloria", cosas que "corregir" y otras muchas de las que "sentirse legítimamente orgullosos para avanzar con la cabeza alta". "España ha dejado una huella profunda en la historia de la humanidad", ha afirmado.

El presidente de la CEE ha apelado al diálogo frente a los "gritos" para que los políticos velen por el bien común de la sociedad española y lleven a cabo "reformas importantes y proyectos fundamentales en que todos deberían converger". El diálogo, según ha recordado, supone hablar con libertad y escuchar con respeto buscando entre todos el acuerdo.

En este sentido, ha añadido que la pluralidad ha de ser "colaboradora y no disgregadora" para no romper la unidad y garantizar el respeto a las diversidades y ha puesto como ejemplo la Transición que, aunque deba ser "constantemente enriquecida", fue "un éxito en conjunto".

Asimismo, Blázquez ha pedido a la sociedad que no ceda al derrotismo y que tenga paciencia. "Es una tentación pensar que no tenemos remedio. A hechos inéditos, respuestas renovadas", ha subrayado.

De parte de todos los obispos ha enviado un mensaje de "persuasión honda" para creer en Dios de tal forma que sea el cimiento de la regeneración moral, la concordia y el trabajo conjunto de los grupos sociales.

"No bastan los resortes de una sociedad moderna para vivir éticamente, si no obedecemos a la conciencia moral bien formada. No es acertado decir que debe ser excluido Dios para que el hombre actúe con responsabilidad de adulto. Nos viene bien creer en Dios; y excluir a Dios nos daña", ha insistido.