El ADN permite la detención del hombre que violó y mató a una niña de ocho años en 1988

Noticias Cuatro 17/07/2018 13:36

Dos años después del homicidio de Tinsley, las autoridades encontraron un mensaje de su asesino en una pared de madera cercana al lugar donde fue encontrado uno de los zapatos de la niña. “Yo maté a April Tinsley. ¿Encontraron el otro zapato? Ja, ja. Volveré a matar”, había tallado el criminal. Esta burla provocó que los agentes y los ciudadanos se implicaran aún más, si era posible, en la búsqueda del asesino. Aunque no hubo éxito.

Catorce años después de esta última provocación, en 2004, el homicida dejó cuatro notas en cuatro casas en las que vivían niñas de una edad parecida a la de Tinsley. Tres de las notas fueron depositadas en las bicicletas de las niñas en bolsas de plástico junto a condones usados y fotos Polaroid de las partes íntimas del asesino.

“Hola, cariño. Te he estado observando. Soy la misma persona que violó y mató a April Tinsely. Eres mi próxima víctima”, amenazaban las notas, según indica el FBI. También instaban a la niña a que informara a las autoridades y amenazaba con que, si no veía una noticia al respecto publicada en los medios de comunicación, explotaría su casa.

Durante este año 2018, se han realizado pruebas genéticas que han revelado que las muestras de ADN de los restos de los condones enviados a las niñas coinciden con las encontradas en la ropa interior de Tinsley.

Ante esta evidencia y según recoge CBS, este mes de julio, el Departamento de Policía de Fort Wayne ha enviado las primeras muestras a una empresa de bases de datos de genealogía pública, lo que ha reducido la lista de sospechosos a dos hermanos.

El pasado domingo 15 de julio, la policía siguió a uno de ellos, John D. Miller, de 59 años, hasta su domicilio y analizó su basura. Allí encontraron tres condones usados. El ADN coincidía con las muestras anteriores.

Los agentes le preguntaron a Miller si sabía por qué querían hablar con él, a lo que él respondió: “April Tinsley”. Tras enterarse de que la policía tenía pruebas suficientes que lo vinculaban con el asesinato de la pequeña, confesó que llevó a la niña en su coche, donde la violó y la estranguló hasta la muerte. Tras esto, arrojó su cadáver a la zanja donde fue encontrada y, al día siguiente, encontró un zapato de la niña en su vehículo y se deshizo de él.

Miller está detenido sin fianza, treinta años después del crimen, y se enfrenta a cargos de asesinato, abuso sexual de menores y secuestro. El próximo jueves se presentará en una audiencia formal.