En declaraciones a la Cadena Cope, ha asegurado que su hijo, ya en prisión por lo ocurrido, "no es conflictivo ni agresivo".
Según su versión el joven conductor, acusado de pegarle un puñetazo al anciano, le contó que "iba un poco fuerte".
Como ha explicado el padre, según el relato del hijo, cuando frenó el anciano dio con la garrota en el capó, su hijo le pidió que se retirase pero "no hacía caso" y al saber que era gitano empezó a insultarlo.
Por otro lado, ha afirmado que los gitanos tienen mucho respeto a sus mayores. "Nosotros no matamos ancianos", ha dicho, para añadir que el hombre no murió "por un puñetazo ni por una puñalada.
"Mi hijo no ha mamado esa mala leche, nunca ha estado detenido", ha señalado, para concluir que se puso nervioso" y abandonó el lugar pero que él mismo lo llevó a comisaría.