Él es Stinger, un pequeño pitbull que vivía 'felizmente' con sus dueños hasta que un día fue atacado por mil abejas. Las picaduras le causaron una terrible reacción alérgica que provocó un aspecto alarmante en el pequeño, pero ellos, en lugar de ayudarle, decidieron abandonar a Stinger.
Por suerte, Carrie Shipaila, fundadora de la protectora LuvnPupz, decidió acogerle y curar sus heridas. Stinger, además del ataque, estaba desnutrido y débil porque sufre una enfermedad contagiosa en la piel (Pemphigus) por la que necesitaba ayuda urgente. La mujer se ha convertido en el ángel de la guarda del pequeño, que ahora está al cuidado de una familia que le quiere de verdad.
Sin duda hay personas que no están preparadas para tener mascotas a su cuidado, pero afortunadamente, siempre habrá personas como Carrie.