Una infección obliga a una madre a elegir entre la vida de sus dos mellizos

Noticias Cuatro 07/05/2014 00:00

La gestación de Dwynwen marchaba viento en popa, sometida a los controles reglamentarios y nada parecía ensombrecer la felicidad del futuro alumbramiento. Ni tan siquiera el riesgo de haber estado en contacto con un niño que padecía el síndrome del 'bofetón' o eritema infeccioso, modificó los planes.

Los problemas comenzaron cuando los análisis de sangre detectaron que Dwynwen no estaba inmunizada contra este parvovirus y que existían altas probabilidades de contagiárselo a los fetos.

Pruebas posteriores confirmaron los peores presagios. Unos de los dos mellizos estaba contagiado. En concreto Martha.

Rápidamente, los médicos le aconsejaron un tratamiento consistente en una transfusión de sangre. Un remedio que no garantizaba la vida de la pequeña Martha y, lo peor, que ponía en riesgo la de su hermano, Cadi.

Frente a este terrible dilema, la descripción de cómo la enfermedad afectaría al pequeño cuerpo de Martha, destrozaba a Dwynwen. Los médicos advirtieron que el virus podría hacer que el cuerpo del feto se hinchase con el líquido amniótico muriendo por esta causa. Una imagen insoportable para cualquier madre."El saber que había un niño y que se ahoga en mi interior era horrible", comentó.

Sola ante tan dificil decisión, Dwynwen optó por garantizar la supervivencia de Cadi y rechazó el tratamiento de tranfusiones de le ofrecieron.

La terrible noticia llegó en la semana 28 del embarazo. En ese momento, una prueba detectó que el corazón de Martha había dejado de latir.

Tuvieron que pasar siete semanas más para que se produjera el parto, que se desarrolló de forma natural.

Para Dwynwen Davies, haber dado a luz a Cadi es toda una alegría. Pero su felicidad está empañada por la muerte de Martha, su pequeña tuvo que morir para salvar a su hermano. La decisión fue difícil y por eso quiere que la sociedad conozca los riegos de este síndrome del eritema infeccioso, algo que pretende lograr dando a conocer su terrible experiencia.