La recuperación y el aprovechamiento de los residuos, el nuevo desafío para la empresa

Contenido Patrocinado 18/01/2018 12:26

La economía circular llega para frenar toda esta situación, un concepto que parte de la idea de que los recursos naturales son limitados, y que tiene como objetivo eliminar los residuos. El calificativo de circular surge en contraposición al modelo que predomina actualmente, el lineal, basado en el “usar y tirar”. La economía circular es la alternativa viable al escenario actual y apuesta por un ciclo de retroalimentación en el que no existen desechos. Pensar el producto teniendo en cuenta el fin de su vida útil y su recuperación para nuevos procesos productivos. Solo rediseñando la forma en que se hacen las cosas se conseguirá sustituir un modelo por otro.

Reparar o reutilizar son algunas de las claves de un modelo del que forman parte el reciclaje o las energías renovables. Todo para preservar y mejorar el estado de los recursos naturales, cada vez más amenazados. El concepto no es nuevo, se remonta a los años setenta, pero el escenario actual ha avivado el debate en los últimos años. Aunque el futuro no es muy esperanzador, todavía hay margen para revertir la situación si se toman decisiones firmes y de alcance global. Se requiere, eso sí, el compromiso de todos los actores implicados.

Las empresas comienzan a abrazar el concepto, aunque muchas muestran resistencia y las iniciativas en este sentido son todavía bastante tímidas. Coca-Cola es una de las que más ha sumado, esforzándose por llevar a la práctica este modelo desde hace años y tomando tomar cartas en el asunto y para convertirse en protagonista del cambio de modelo.

Un modelo que explota y desaprovecha, el enemigo a combatir

Por motivos evidentes, muchas compañías han sustentado y todavía alimentan ese modelo de ‘usar y tirar’: los procesos productivos no contemplan la reutilización de los residuos generados, ni prevén un posterior uso o aprovechamiento de los mismos. Los productos y bienes creados generan además cantidades ingentes de desperdicios, y el problema no deja de crecer. La gestión de los envases es una de las grandes preocupaciones para Coca-Cola, en la que ya han trabajado mucho: el 100% de sus envases son reciclables, y todos contienen materiales reciclados en su composición (desde el 50% de las latas de aluminio al 12% de los envases PET). Además, fomentan que sus residuos sirvan para diferentes usos.

El uso de los recursos naturales es otra materia especialmente sensible. La forma en que las compañías explotan, consumen y gestionan las materias primas durante sus procesos productivos determina el modelo económico, y tiene consecuencias peligrosas. Por ello, un porcentaje cada vez mayor del mundo empresarial intenta paliar los años de mala gestión a través de diferentes medidas. El agua es el principal recurso para Coca-Cola, y también aquí se inclinan por un pensamiento circular. En 2016, en España, Coca-Cola devolvió a la naturaleza 3.051 millones de litros de agua mediante varios proyectos ambientales de recuperación y apoyo a ecosistemas vulnerables. Por otra parte, trabajan en reducir el uso de agua empleado en la fabricación de sus productos.

También, la forma de obtener y extraer dichos recursos es importante. En muchas ocasiones, la explotación de los mismos se basa en prácticas que poco tienen en cuenta el respeto por el medio ambiente. Poco a poco las compañías comienzan a darse cuenta de esto. Coca-Cola, por ejemplo, apuesta por prácticas de agricultura sostenible en el cultivo de las naranjas y limones que incorpora en las bebidas de su marca Fanta, con el objetivo de facilitar el ahorro de agua y fertilizantes. El ahorro de combustibles, menores huellas hídrica y de carbono, o la gestión del suelo y de la biodiversidad son los criterios que guían su labor. Las innovaciones tecnológicas han favorecido mucho las cosas en este sentido.

Pero aunque la acción es el primer campo de batalla, no basta con esto. Solo desde la educación y la concienciación se pueden conseguir avances en un futuro. Hacer partícipe a la sociedad, involucrando a todos los niveles es fundamental, para que cada uno haga lo que pueda en su ámbito de actuación. Asimismo, hay que transmitir que los recursos son limitados y que el modelo vigente no es sostenible. Es por ello que en

Coca-Cola organizan desde hace años la campaña Limpieza de Costas con Fundación Ecomar, para concienciar a los más pequeños en la sensibilidad ambiental.

Obtener el máximo valor posible de cada recurso es una responsabilidad y una idea necesaria que las empresas deben adoptar también por motivos de rentabilidad. Recuperar, reutilizar y reparar son algunas de las reflexiones que es importante difundir y aplicar. Reintegrar los residuos que genera la sociedad será una batalla clave para evitar un escenario que de momento se presenta preocupante. Todavía se pueden cambiar las cosas.