Al menos siete personas han muerto este miércoles, entre ellas seis agentes de Policía y un civil de 17 años, como consecuencia de una emboscada perpetrada por un grupo de presuntos sicarios en Ciudad Juárez, en el norte de México.
Los seis agentes, cinco miembros de la Policía Federal y una agente de la Policía Municipal, realizaban labores de patrullaje en la localidad fronteriza con Estados Unidos cuando un vendedor solicitó su ayuda, ha informado la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de México. En ese momento, varios sujetos armados abrieron fuego contra los uniformados y huyeron a bordo de una camioneta de color gris mientras disparaban a los refuerzos policiales que llegaban al lugar.
Posible respuesta a las últimas detenciones
Las fuerzas de seguridad repelieron el ataque e hirieron a uno de los agresores, que consiguió huir junto al resto de los asaltantes. "No se descarta que estas acciones sean una respuesta ante las contundentes detenciones realizadas por la Policía Federal en las últimas horas en Ciudad Juárez", ha señalado la SSP (equivalente al Ministerio del Interior) en un comunicado recogido por los medios locales.
Agentes federales detuvieron el jueves a ocho personas, entre ellas cinco menores, a las que se incautaron un fusil AK-47 y una subametralladora UZI, diversos cartuchos y alijos de de droga, así como una camioneta robada.
El alcalde de Ciudad Juárez, José Reyes Ferriz, ha ordenado elevar a 'Código Rojo' la alerta policial debido al tiroteo. "Buscamos que los policías estén en máxima alerta y no se dé una sorpresa como esta (...) que estén pendientes y listos para cualquier situación que se presente", ha dicho.