Tras seis horas en comisaría, el equipo de la Cadena SER que consiguió entrar en El Aaiún, Angels Barceló, Nicolás Castellano y Angel Cabrera, está en el aeropuerto de la capital del Sáhara Occidental esperando para su expulsión. Castellano ha denunciado, en una conexión telefónica con la emisora, el trato "vejatorio" que les han proporcionado las autoridades marroquíes en su traslado al aeródromo, ya que no les han dejado hablar con el diplomático español que acudía en su ayuda, a pesar de que se encontraba en el centro de detención.
"Nos negamos a ser expulsados de esta manera. Merecemos un trato mejor. Nos dice la Policía que ellos solo ejecutan órdenes. Nosotros teníamos al teléfono al cónsul de España en Rabat pero ellos se niegan a hablar con nadie", ha afirmado Angels Barceló, directora del radiofónico 'Hora 25'.
En estos momentos, permanecen en un "cuartucho" del aeropuerto con "tres colchones y unos rollos de papel higiénico" donde han pasado la noche, custodiados por policías marroquíes, antes de viajar a España. "Nos han dicho que no podemos dormir con la puerta cerrada", ha indicado Castellano, al tiempo que ha apuntado que "la situación se está volviendo muy complicada".
Los periodistas prevén que saldrán del Sáhara Occidental en un vuelo con destino a Las Palmas cuya hora de salida está prevista para las 12.45 de la tarde (14.45 en la España peninsular). Entonces, suponen, será cuando les devuelvan los pasaportes, único material que les ha sido requisado hasta el momento.
Mantienen los teléfonos
"Nos querían requisar los teléfonos pero lo hemos conseguido frenar. Han revisado varias veces el material pero lo tenemos. Lo único que no tenemos son los pasaportes. Entendemos que nos los devolverán cuando embarquemos", ha comentado Barceló, quien ha apuntado que están en contacto "permanente" con la ministra de Asuntos Exteriores y Cooperación, Trinidad Jiménez, y el ministro del Interior y vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Además, el trío de informadores ha condenado los motivos esgrimidos por Rabat para expulsarles del territorio saharaui. "Nos acusan de entrar ilegalmente, de atentar contra el orden público y la seguridad nacional del país y nosotros solo hemos venido a informar", ha espetado la periodista, quien ha valorado que "los ciudadanos de un país amigo no merecen un trato así". "Aquí informar no es legal", ha concluido.