La rebelión popular se desencadenó el pasado 19 de diciembre, cuando un joven se quemó a lo bonzo después de que la policía le confiscara su puesto de frutas que no tenía licencia. Las protestas se propagaron por el país, especialmente en la capital contra el desempleo y la corrupción en el país. Tras un mes de protestas unas 23 personas han perdido la vida, según cifras oficiales, la oposición dice que son 66.
Libertad de expresión
La Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, ha "tomado nota" de la decisión del presidente tunecino, una decisión que "crea una oportunidad para una transición tranquila" en Túnez, ha explicado en rueda de prensa la portavoz de Ashton, Maja Kocijancic. También considera Ashton "adecuada" la orden de no disparar contra los manifestantes y permitir la libertad de expresión.