"Si no paras de gritar no mando la ambulancia"

CUATRO 29/04/2011 11:59

Georgina, de 15 años, tenía malestar, un fuerte dolor de cabeza y rigidez en el cuello. Su madre, Paula, una radióloga de un centro médico de Nottingham, se percató que algo no iba bien y llamó a su médico de cabecera que le recomendó que llamara a una ambulancia.

Así, la mujer llamó a los servicios de emergencia. "Me hicieron tres preguntas y me dijeron que tenía que hablar con una enfermera. Yo les dije que estaba capacitada y que necesitaba un doctor o una ambulancia".

Tras colgar, la mujer volvió con su hija que ya estaba desplomada en el suelo del baño. "Estaba echando espuma por la boca, los ojos estaban vueltos y gemía de dolor. La puse en posición de recuperación y luego llamé otra vez por teléfono", ha explicado al Daily Mail.

Después se produjeron otras dos llamadas de Paula a los servicios de emergencia que en la última comunicación le advirtieron que "o dejaba de gritar o no mandarían la ambulancia".

Tras ello y después de haber pasado más de hora y cuarto desde la primera llamada, el servicio medicalizado se personó en el domicilio y trasladó a la chica al hospital, donde tuvo que ser operada de urgencia.

Tras pasar varios días en estado crítico, la joven permanece estable en el centro médio. Ahora, la familia está a la espera de saber si la hemorragia ha causado un daño cerebral irreparable.