Casi tres semanas después del devastador terremoto que se cobró la vida de 296 personas y que azotó la región italiana de Los Abruzos, el Papa Benedicto XVI ha visitado L'Aquila y Onna, unas de las zonas más afectadas por el seísmo.
El Pontífice ha llegado a L'Aquila en una furgoneta de Protección Civil y ha realizado la primera parada en la basílica de Santa María de Collemaggio, uno de los templos más afectados por el seísmo, donde se guardan los restos del Papa Celestino V.
San Celestino V es el único Papa que renunció al papado, en 1294. Sus restos se guardan en una urna sobre la que cayó la bóveda central de la basílica, pero no sufrieron daños.
A la Casa del Estudiante
Desde Collemaggio, el Papa se trasladó a la Casa del Estudiante, en el centro de L'Aquila, bajo cuyos escombros murieron sepultados ocho jóvenes, y mantendrá un encuentro con un grupo de estudiantes.
Después ha visitado la pedanía de Coppito, donde hay un cuartel de la Guardia de Finanzas para reunirse con el alcalde de L'Aquila, Massimo Cialente; el arzobispo, Giuseppe Molinari; párrocos, personal de protección civil, militares, bomberos y vecinos.