Después de 26 años, Ian Manuel y Debbie Baigrie han podido compartir una cena. La última vez que se vieron cara a cara en un lugar público, Ian disparó en el rostro a Debbie, destrozándole parte de la mandíbula, en un intento de robo. Por aquel entonces, Ian solo tenía 13 años cuando cogió un arma y disparó a una desconocida.
A pesar de este grave incidente, Baigrie y su agresor se convirtieron en amigos por correspondencia. La mujer perdonó a Ian por el violento ataque. Baigrie estuvo presente cuando la audiencia de un Tribunal de EEUU declaró que a Manuel, que ahora tiene 39 años, le reducían la condena después de haber permanecido casi 27 años en prisión –la condena inicial era de 65 años-.
En declaraciones a WFLA, Baigre señaló que cuando escuchó la sentencia se sonrieron el uno al otro en la sala. Horas más tarde, Baigrie y Manuel se reunían en una pizzería, a solo unas manzanas de donde le disparó en 1990, para celebrar su liberación.
"Era como un reencuentro con un hijo perdido desde hace mucho tiempo. Salí del coche y acabamos con una brazo de dos minutos", señaló. Baigrie compartió unas fotos de su reencuentro, mostrando como Manuel la abrazaba o cómo miraba las fotos de su nieto en el teléfono móvil.
"En un mundo tan dividido racialmente, políticamente... Se echa en falta la compasión y el perdón. Y aquí estamos sentados, Ian y yo, 27 años después de que me disparara cuando él tenía 13 años", escribió en un texto. "Fue liberado hoy después de 26 años, y yo estoy muy contenta de compartir su primera cena"
Baigrie, que tenía 28 años en el momento del disparo, ya había dado luz a su segundo hijo, y se dirigía a su coche, en un aparcamiento en el centro de Tampa, Florida (EEUU). Más tarde, Ian Manuel se acercó con un amigo y engañó a la mujer pidiéndole cambio de un billete de 20 dólares. Segundos después, Ian sacó una pistala y disparó a la joven madre en la boca.
Baigrie ha requerido múltiples cirugías faciales reconstructivas, mientras que Manuel fue acusado de intento de asesinato y condenado a tres cadenas perpetuas consecutivas en una prisión para adultos. En 2010, el Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó las sentencias de cadena perpetua que se le aplicaban, y Baigrie comenzó a luchar por la liberación de su agresor.
La pareja ha pasado dos décadas escribiéndose por carta: "Eres una en un millón que escribiría a una persona que trató de quitarte la vida", señaló Manuel en una de ellas. Baigri llegó a simpatizar por su agresor, porque era muy joven en ese momento. "Si él hubiera sido un dulce muchacho blanco de 13 años, con hoyuelos y ojos azules no habría ocurrido esto", señaló a New York Times en 2014.
Baigrie alabó a Manuel por su fuerza y coraje después de haber soportado 20 años de confinamiento solitario en la prisión. Ahora se ha trasladado a Alabama (EEUU) para ingresar en un programa que le ayude a integrarse en la sociedad. Está en busca de trabajo y planea escribir un libro contando su experiencia.