Mercedes ha contado una historia incomprensible para cualquier persona que tenga que cuidar de un familiar enfermo. Su hijo nació con una enfermedad rara, que se agravó con un tumor cerebral a los 17 meses y en un "lugar muy complicado" y, por ello, tuvo que pedir una redución de jornada y, después, una baja laboral. Sus jefes directos le dieron buena calificación posteriormente pero, su superior jerárquico dijo de ella que le faltaba "fortaleza psicológica".
"Cuando el tumor cerebral de mi hijo se complicó, tuvo que entrar en el quirófano casi a vida o muerte. Después tuvo meningitis, hidrocefalia y se ha quedado con un 82% de discapacidad", ha explicado Mercedes. Y, por si esto no fuera suficiente para ella y su familia, después recibió la mala noticia laboral: "Mi unidad y mi teniente me dieron un buen resultado en el IP pero éste otro superior jerárquico dijo de mí que no sé enfrentar las adversidades y que antepongo mis intereses personales a los laborales", ha dicho, indignada, pues sintió mucha "humillación" ante tal comentario.