Miles de yemeníes salen a la calle en el 'Día de la Rabia'

Noticias Cuatro 03/02/2011 18:02

El mundo árabe continúa con sus protestas para derrocar a los presidentes que llevan décadas perpetuados en el poder. Decenas de miles de yemeníes se han congregado en Saná de cara a las manifestaciones a favor y en contra del Gobierno del presidente, Alí Abdulá Salé, en lo que la oposición ha calificado del 'Día de la ira', después de que el mandatario anunciara que no se presentará a su reelección en 2013.

Unas 20.000 personas contrarias al Gobierno se han concentrado en Saná, el mayor número desde que comenzaron la ola de protestas en este país hace dos semanas inspirados por las manifestaciones en Túnez que derrocaron al presidente Zine al Abidine Ben Alí y las actuales en Egipto.

También acuden partidarios del Gobierno

Sin embargo, un número similar de partidarios de Salé también se han congregado en la capital y los partidarios del presidente, que gobierna el país desde hace más de tres décadas, han recorrido la ciudad instando a los ciudadanos mediante megáfonos a unirse a su 'contramanifestación'.

"La gente quiere un cambio de régimen", gritaban los manifestantes antigubernamentales, concentrados en la Universidad de Saná, principal punto de encuentro. "No a la corrupción, no a la dictadura", era otro de los lemas coreados.

Mientras, en la manifestación a favor del presidente en Saná, los participantes expresaron su apoyo al mandatario, argumentando que éste había cumplido con las demandas de la oposición. "Sí al presidente, no al caos. Sí a la estabilidad", coreaban estos manifestantes. "Nos sacrificaremos por ti Alí con nuestra sangre y alma", aseguraban.

Las promesas del presidente

Ante la situación reinante en el mundo árabe, Salé anunció el pasado miércoles que dejará el cargo cuando termine su mandato en 2013 y prometió que su hijo no tomará las riendas del Gobierno. Asimismo, invitó a la oposición a unirse a un gobierno de unidad y prometió aplazar las elecciones parlamentarias previstas para abril para llevar a cabo reformas que convenzan a la oposición de que serán justas.

Con este anuncio, el presidente pretende evitar una confrontación con la oposición que pudiera llevar al país a vivir una oleada de protestas como la que se está produciendo en Egipto y que tiene a su presidente, Hosni Mubarak, contra las cuerdas.

El principal partido opositor, el islamista Islah, dio la bienvenida a la decisión de Salé pero rechazó la petición de éste de desconvocar la protesta. Sin embargo, los manifestantes antigubernamentales parecen estar divididos, ya que algunos piden la dimisión de Salé mientras que otros lo que reclaman es que cumpla sus promesas.

Salé ya ha dado marcha atrás en el pasado a otras promesas de abandonar el poder. Los analistas creen que su promesa del miércoles podría ser una verdadera intención de abandonar el poder de forma elegante, aunque también podría querer esperar a ver qué ocurre en otros países y posteriormente volver a reafirmar su liderazgo.