Según cuenta el diario The Telegrph, Hayle escuchó fuertes gritos en su casa de Bromley, al sureste de Londres, y cuando llegó al salón vio como un zorro se llevaba a su bebé recién nacido entre los dientes. La aterrada madre cuenta que el pequeño tenía la cara llena de sangre y su cabeza impactó varias veces contra la pared.
Hayle golpeó al animal una y otra vez intentando que soltara al bebé, al que arrastraba cogido por su mano izquierda pero, finalmente, solo pudo tirar de Dennie hacia ella para arrancarle de las fauces del zorro. El pequeño perdió un dedo de la mano en el forcejeo.
“Si hubiera llegado segundos más tarde el zorro habría encontrado la manera de llevárselo por la puerta, mordió a Dennie como si fuera un trozo de pollo”, explica la madre.
Ahora, el pequeño se recupera en el hospital infantil Evelina, donde los médicos le han implantado el dedo perdido aunque con un 70% de probabilidades no recuperará la total movilidad.