El vicepresidente de Sudán tilda de "traidores" a los que apoyan la campaña de desobediencia

EUROPA PRESS 20/12/2016 05:18

"El llamamiento a la desobediencia civil beneficia a los espías que reciben dinero de Israel y las agencias de Inteligencia", ha dicho, según ha informado el diario local 'Sudan Tribune'.

Activistas opositores habían reclamado a la población que permaneciera en sus viviendas en el marco de la campaña de desobediencia, si bien la propuesta parece no haber tenido un gran seguimiento.

Al contrario que en la campaña anterior, convocada en noviembre, los funcionarios y los estudiantes han acudido a sus trabajos y clases con relativa normalidad.

Sin embargo, los activistas han celebrado el éxito de la huelga a través de la red social Twitter, publicando fotografías de calles desiertas en la capital, Jartum.

El grupo de activistas Jalas (Liberación) ha indicado en los últimos días que las protestas están siendo convocadas y organizadas a través de las redes sociales, pidiendo la continuación de las mismas "hasta su éxito".

En respuesta, el presidente del país, Omar Hasán al Bashir, aseguró la semana pasada que la campaña de desobediencia civil en el país no derrocará a su Gobierno, subrayando que el Ejecutivo "no caerá por WhatsApp".

En sus declaraciones, desafió "a los que quieran derrocar el régimen" a que "salgan a las calles". "Sin embargo, tenemos claro que no lo harán, ya que son conscientes de lo que ocurrió en el pasado", advirtió.

Al Bashir hizo así una referencia velada a la muerte de unas 200 personas en septiembre de 2013 durante la represión de las protestas por el citado plan plan de austeridad.

LA CAMPAÑA DE DESOBEDIENCIA

Activistas del país habían convocado una campaña durante el mes de diciembre en protesta contra el aumento de los precios de la electricidad, el combustible y los medicamentos.

El Gobierno anunció el 3 de noviembre el fin de los subsidios a la electricidad y el combustible para intentar evitar el aumento de la inflación y la caída de la libra sudanesa en el mercado negro.

Asimismo, el Banco Central de Sudán anunció que no modificaría la tasa de cambio del dólar estadounidense para la importación de medicinas, provocando que los precios se dispararan entre un 100 y un 300 por ciento.

Las decisiones se vieron seguidas por múltiples manifestaciones en distintos puntos del país, incluida la capital, tras lo que el 27 de noviembre arrancó una campaña de desobediencia civil.

El propio Al Bashir reconoció hace unas semanas que el aumento de los precios derivado de las medidas de austeridad han supuesto "una bofetada" para los ciudadanos, si bien destacó que la campaña "había fracasado".