"Lamentamos que los numerosos llamamientos para que hubiera clemencia, incluido en Estados Unidos, se han ignorado", ha expresado el Servicio Europeo de Acción Exterior que dirige Federica Mogherini en un comunicado.
La UE ha vuelto a dejar clara su oposición "firme e inequívoca" a la pena capital "en todas las circunstancias" y apuesta por "su abolición universal". "La pena de muerte sigue siendo una denegación inaceptable de los Derechos Humanos y de dignidad y fracasa a la hora de disuadir el crimen", ha argumentado en la nota.
Morva era un hombre de origen húngaro de 35 años que fue condenado a muerte por el asesinato de un comisario y un guardia de seguridad y fue diagnosticado años después con psicosis paranoica.