Las informaciones surgen un día después de que el ELS, que cuenta con el respaldo de Turquía en sus últimas ofensivas, haya arrebatado a Estado Islámico el control de Dabiq, el bastión ideológico del grupo en Siria.
El lugar es, concretamente, el epicentro de una profecía apocalíptica islámica --la batalla contra los enemigos de la fe que marcará el fin de los tiempos--. Además, da nombre al magacín 'oficial' del grupo.
Los rebeldes también se han hecho también con el control de la cercana localidad de Soran, tras lo que han iniciado las tareas de desactivación de explosivos colocados en la zona por Estado Islámico.
En este sentido, el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, ha anunciado ya que "el objetivo es continuar hacia Al Bab y liberar completamente el área de Manbij de terroristas de Estado Islámico".
El Gobierno de Siria ha criticado en varias ocasiones la ofensiva militar turca en el norte del país, recordando que Damasco no ha concedido permiso al Ejército turco para entrar en el país.
Así, el presidente sirio, Bashar al Assad, dijo el viernes que la operación equivale a una "invasión", agregando además que Ankara la lanzó "para limpiar su imagen", después de "crear y apoyar" a Estado Islámico.