En las primeras declaraciones que ha hecho a la prensa tras el ataque terrorista, en el marco de la reunión de Gobierno que ha celebrado este miércoles en la Casa Blanca, Trump se ha referido a Saipov como un "animal". El martes ya escribió en Twitter que se trataba de un "demente", "una persona muy enferma".
Trump ha pedido una justicia "rápida" y "fuerte" contra Saipov, argumentando que "Estados Unidos debería ser mucho más duro" con los terroristas. De hecho, incluso ha sugerido que podría enviarle a la cárcel militar de Guantánamo, donde desde 2009 no ingresa ningún reo por los planes de cierre de la Administración de Barack Obama.
El magnate neoyorquino ha advertido además de que la familia de Saipov, con mujer y tres hijos que vivían con él en el vecino estado de Nueva Jersey, también "podría ser una amenaza". "Podrían, ciertamente podrían", ha afirmado, según informa CNN.
La Policía y el FBI han interrogado a todas las personas cercanas a Saipov, incluida su familia, pero de momento el único detenido es el joven uzbeko, que fue abatido con un tiro en el abdomen y se encuentra ingresado en el Bellevue Hospital de Nueva York.
EL ATENTADO
Saipov irrumpió a las 15.00 (hora local) del martes con una furgoneta en un carril bici del bajo Manhattan y atropelló a decenas de personas hasta chocar con un autobús escolar, tras lo cual se dio a la fuga con una pistola de pintball y otra de fogueo pero fue abatido y detenido por la Policía.
Ocho personas han muerto --cinco argentinos, un belga y dos estadounidenses-- y otras once han resultado heridas, de acuerdo con el balance oficial.
Los investigadores han relacionado a Saipov con Estado Islámico pero han aclarado que no hay pruebas de que Saipov formara parte de la organización terrorista. Por ahora, el grupo yihadista no ha reivindicado la autoría del atentado.