Giuliani, responsable de una consultora de ciberseguridad, sonó como miembro del futuro Gobierno de Trump, pero finalmente se ha quedado fuera, al menos en términos oficiales. El exalcalde ha ejercido durante estos meses de asesor y, de cara al futuro, así seguirá 'de facto'.
"Giuliani compartirá su experiencia y visión de amigo en relación a los problemas de ciberseguridad del sector privado y el desarrollo de soluciones", ha anunciado el equipo de transición, que ha situado al antiguo edil al frente de un "proceso" que incluirá también reuniones con otros empresarios.
El equipo de Trump ha aclarado que, de esta ronda de contactos, no saldrán ningún "consejo" o "recomendación" en materia de ciberseguridad, si bien el presidente electo ha declarado en varias ocasiones que quiere concretar un plan para mejorar las capacidades de Estados Unidos frente a los 'hackers' en un plazo de 90 días.
"La ciberintrusión es el delito que más rápido crece en Estados Unidos y en gran parte del mundo. Su impacto afecta no sólo al ciudadano cuya identidad es robada, sino también a entidades privadas y gubernamentales que han visto seriamente comprometida su información confidencial", ha advertido el grupo de transición.