A pesar de que no se llegaron a presentar cargos contra Palmer, las autoridades del país sí que han analizado la posible responsabilidad de Theo Bronkhorst, participante de la expedición. Sin embargo, el juez ha entendido que las acusaciones eran "demasiado vagas".
El abogado del acusado, Perpetua Dube, ha reiterado a la cadena británica BBC que Bronkhorst no incurrió en ningún delito. El propio cazador expuso ante la corte que tenía todos los permisos en regla y que el animal se encontraba fuera de los límites del parque cuando Palmer lo mató con una flecha.
La cacería, que habría costado unos 50.000 dólares, derivó en una polémica de alcance internacional. Cecil era uno de los símbolos más reconocidos de la vida salvaje zimbabuense y formaba parte de un proyecto de investigación.