La ola de violencia estalló justo en medianoche de sábado para domingo cuando dos personas murieron y otras 28 resultaron heridas, antes de las tres de la madrugada, en diferentes tiroteos ocurrido en la populosa ciudad, según ha publicado 'The Chicago Sun time'.
Un tiroteo ocurrido en el vecindario de South Side Gresham dejó ocho personas heridas, incluidas cuatro adolescentes.
Los heridos, de edades comprendidas entre 14 y 35 años, estaban reunidos en una plaza ubicada en el 1300 de West 76th Street cuando varios hombres se acercaron y abrieron fuego, según informó la policía de Chicago.
Dos horas después en un vecindario de Lawndale en el suroeste de la ciudad, ocurrió un incidente similar y una adolescente murió y otras cinco personas, entre ellas un niño de 11 años, resultaron heridas.
La joven murió en el lugar a consecuencia de una herida de bala en la cara, mientras que los heridos fueron trasladados en estado grave a un hospital cercano.
Poco después, en el vecindario de West Side en Austin, un hombre de 32 años era asesinado en otro tiroteo en el que resultaron heridas varias personas. Estas no colaboraron con las autoridades y se investiga la dinámica del incidente.
La serie de tiroteos culminó con una escena caótica este domingo en el Hospital Stroger, donde varias familias y amigos de las víctimas intentaban recibir información en las Urgencias del centro hospitalario, mientras el personal sanitario trataba de controlar la situación.
La dirección emitió un comunicado pidiendo la cooperación de los familiares de afectados para evitar el colapso del sistema.
"Durante las últimas 24 horas, la unidad de traumatología de Stroger ha recibido un volumen inusualmente alto de pacientes", explicó Caitlin Polochak, gerente de comunicaciones del hospital.
"Pedimos a las familias de pacientes con traumatismos que limiten las visitas en este momento a los familiares inmediatos solo para que el personal se centre en la atención del paciente".
"Esto es lo peor que he visto", aseguró un agente de Policía fuera de la sala de emergencias, que dice no haber visto escenas similares durante más de dos décadas.