Enrique Marquez, de 25 años de edad y vecino de Riverside (California) ha accedido a declararse culpable de conspirar para proporcionar apoyo material para llevar a cabo el atentado y mentir sobre cómo obtuvo las armas, cargos por los que podría enfrentarse a 25 años de cárcel.
Marquez era vecino y amigo de Syed Rizwan Farook, trabajador del Departamento de Sanidad del condado de San Bernardino que, junto a su mujer, Tashfeen Malik, mataron a 14 personas e hirieron a otras 22 en un tiroteo en un centro asistencial el 2 de diciembre de 2015.
Marquez no estuvo presente durante el atentado y en un principio dijo al FBI que no sabía nada pero finalmente admitió que compró dos fusiles para Farook que fueron usados en el tiroteo, así como un artefacto explosivo que los investigadores encontraron en casa de Farook.
También ha admitido que él y Farook planeaban otros atentados años antes pero que nunca los llevaron a cabo. En concreto, reveló que habían planeado atacar una cafetería en el Riverside City College, donde los dos estudiaron, y una carretera estatal en hora punta.
Fue entonces, según Marquez, cuando compró los fusiles. "Aunque sus primeros planes eran atentar contra un colegio y una autopista y no se ejecutaron, claramente sirvieron de fundamento para el ataque de 2015", ha esgrimido Eileen M. Decker, de la Fiscalía.