Salman Abedi se hizo explotar en una de las salidas del Manchester Arena justo cuando la gente abandonaba el recinto tras el concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande.
En total, 22 personas fueron asesinadas por el terrorista nacido en Reino Unido y decenas resultaron heridas, incluidos varios niños y adolescentes.
De momento, hay ocho detenidos en Reino Unido, a los que se suman el padre y el hermano de Abedi, que han sido arrestados en Trípoli.
La familia Abedi, de origen libio, emigró a Reino Unido huyendo del régimen de Muamar Gadafi. El kamikaze nació en suelo británico, sin que aún estén claros los detalles de su posible radicalización.
Las autoridades británicas creen que Abedi no actuó solo, sino que contó con el apoyo de una "red". La organización terrorista Estado Islámico ha reivindicado la autoría del atentado, pero el padre de Abedi asegura que no pertenecía a ningún grupo.
Esta información se conoce en plena crisis entre Londres y Washington por las filtraciones sobre la investigación del atentado de Mánchester que se han hecho desde Estados Unidos y que han llevado a la Policía británica a cesar el intercambio de datos.
La primera ministra, Theresa May, se quejará al presidente estadounidense, Donald Trump, por este asunto en la reunión que mantendrán este jueves en Bruselas durante la cumbre de la OTAN.