Moreira Franco, antiguo asesor de inversión en infraestructura, fue ascendido este mes a ministro de la Secretaría General de la Presidencia. El propio presidente, Michel Temer, salió al paso de las críticas y aclaró el lunes que su gobierno "no protege a nadie", sin dar ningún nombre.
El juez Celso de Mello ha argumentado en su resolución de este martes que el nombramiento no puede ser visto como una obstrucción a la Justicia, entre otras razones porque no implica la "inmunidad" de cara a potenciales investigaciones judiciales, según la Agencia Brasil.
Como ministro, Moreira Franco sólo podría ser imputado por el Tribunal Supremo, donde los procesos pueden prolongarse meses o incluso años. Dos partidos opositores habían impugnado la semana pasada ante la Justicia este polémico nombramiento, que vuelve a poner a Temer en el punto de mira.