El texto de la resolución 2024 "condena de las violaciones generalizadas de los Derechos Humanos por parte ded las autoridades sirias, así como de cualquier violación por parte de los grupos armados, y recuerda que los responsables deben rendir cuentas". El máximo organismo de la ONU autoriza el envío de los observadores militares para ejercer de enlace con las partes y "para comenzar a informar sobre la aplicación de un completo cese de la violencia armada en todas sus formas y por todas las partes".
Uno de los últimos apartados de la resolución incluye una leve advertencia al Gobierno sirio, ya que el Consejo "expresa su intención de evaluar la aplicación de esta resolución y de considerar medidas adicionales que sean apropiadas".
Esta es la primera resolución que aprueba el Consejo de Seguridad sobre Siria desde que comenzaran las protestas, en marzo de 2011, después de que China y Rusia vetaran en dos ocasiones textos de condena contra la represión del régimen del presidente Bashar al Assad.
En esta ocasión Rusia, aliado tradicional de Damasco, ha votado a favor, pero su embajador ante la ONU, Vitali Churkin, ha señalado que hay límites en lo que Moscú puede apoyar. "Hemos advertido de que no debe haber intentos destructivos de interferencia exterior ni imposiciones de ningún tipo de soluciones ilusorias", ha indicado.