El terremoto que el domingo golpeó el este de Turquía ha provocado la muerte de más de 200 personas. Fuentes oficiales han ofrecido un nuevo balance de víctimas mientras continúan las labores de búsqueda de los más de quinientos desaparecidos. El seísmo, de 7,2 grados, ha dejado edificios colapsados y centenares de heridos.
Según el último balance de las autoridades turcas, el terremoto registrado el domingo en el este del país ha dejado ya más de 200 muertos y cientos de heridos.
Además, fuentes oficiales, han señalado que los desaparecidos superan los quinientos. Por ello, las labores de búsqueda entre los escombros continúan.
Trabajadores de rescate luchan a contrarreloj por salvar a las personas atrapadas en edificios en la ciudad de Van y en los distritos colindantes a las orillas del Lago Van, cerca de la frontera turca con Irán.
"Oímos llantos y sollozos desde debajo de los escombros, estamos esperando que lleguen los equipos de rescate", dijo Halil Celik, un joven que vive en el centro de la ciudad, mientras estaba al lado de una construcción en ruinas que había colapsado ante sus ojos.
"De repente, un terremoto destruyó al edificio frente a mí. Todos los transeúntes corrimos al edificio y rescatamos a dos personas heridas", sostuvo.
El Observatorio Kandilli de Investigación Sismológica afirmó que el terremoto de magnitud 7,2 se produjo a las 10:41 GMT del domingo a una profundidad de cinco kilómetros. Previamente, el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) informó que el temblor tuvo una magnitud de 7,6.
Unos 10 edificios colapsaron en Van y entre 25 y 30 se desplomaron en el distrito cercano de Ercis, tal y como apuntó el viceprimer ministro Besir Atalay.
"Estimamos que cerca de 1.000 edificios fueron dañados y nuestra estimación es que cientos de vidas se perdieron. Podrían ser 500 ó 1.000", indicó el administrador general del Observatorio Kandilli, Mustafa Erdik.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, se ha trasladado a la región para ver los daños causados.