Huntsman, que fue embajador en Singapur y China, así como candidato republicano a la Casa Blanca, se enfrentará en Moscú a numerosos desafíos diplomáticos en el marco de una aumento de la tensión entre ambos países.
El nuevo embajador tendrá que lidiar con diversos asuntos, entre los que se encuentra la investigación sobre una posible injerencia rusa en las elecciones presidenciales estadounidenses.
Huntsman indicó a principios de septiembre que creía en la posibilidad de que las autoridades rusas intervinieran en los comicios.
A pesar de su nombramiento, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, criticó su gestión diplomática en China entre los años 2009 y 2011 bajo la Administración del exdirigente Barack Obama.