"Llamamos enérgicamente a las autoridades afganas y a las organizaciones internacionales de Derechos Humanos a investigar de manera detallada e imparcial todas las circunstancias de lo sucedido", ha dicho el Ministerio de Exteriores ruso en un comunicado.
La Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) ha afirmado, tras recabar "información creíble" en entrevistas con supervivientes, médicos y líderes locales, que al menos diez civiles murieron a causa de los bombardeos estadounidenses de la semana pasada en varias zonas de Kunduz.
Sin embargo, Estados Unidos ha asegurado que ha investigado estas denuncias y no ha encontrado "pruebas" de que esta acción militar dejara bajas civiles.
"Podemos confirmar que hubo operaciones en este área y que numerosos combatientes enemigos murieron, como también confirmaron el gobernador de Kunduz y el portavoz del Ministerio de Defensa", ha dicho Estados Unidos.
Por su parte, las fuerzas afganas se han limitado a informar sobre la muerte de 48 insurgentes, negando cualquier víctima civil.
Rusia ha criticado que "a pesar de que el hecho ha sido confirmado por los expertos de la ONU, los representantes de las fuerzas de seguridad afganas, así como el mando de Estados Unidos y la OTAN desmienten víctimas civiles".