Tan sólo un día después de reconocer "pequeños errores", el magnate australiano Rupert Murdoch, ha dicho sentir "profundamente" todo lo sucedido alrededor del escándado de las escuchas telefónicas atribuidas a 'News of the World', y se ha reunido con los familiares de Milly Dowler, la chica asesinada cuyo teléfono celular fue intervenido por trabajadores de su diario.
Está previsto que el magnate ofrezca una disculpa pública a las personas cuya privacidad ha sido violada y a los lectores en un anuncio en uno de sus medios de prensa, que sería publicado el próximo sábado.
Según iforma AP, el texto del anuncio relata: "Sentimos el serio error. Sentimos profundamente el daño causado a las personas afectadas. Nos arrepentimos de no haber actuado antes para solucionarlo. Me doy cuenta de que pedir perdón no es suficiente".
Por otra parte, Murdoch se ha reunido este viernes con la familia de Milly Dowler, que fue asesinada cuando tenía trece años y cuyo móvil fue pinchado por el diario 'News of the World' también en 2002 durante el transcurso de las investigaciones policiales para esclarecer las circunstancias de su muerte.
Antes de la reunión, que fue convocada por Murdoch, el abogado de la familia Dowler, Mark Lewis, ha calificado la dimisión de la directora ejecutiva de News International, Rebekah Brooks, directora del 'News of the World' en 2002, como "poesía judicial".
Al término del encuentro, Lewis ha admitido que la familia Dowler "pide un consuelo legal", si bien no ha desvelado muchos más detalles al respecto, aunque ha afirmado que la hipótesis de una indemnización económica no ha "manchado" la conversación.
Lewis ha asegurado que Murdoch ha sido "muy modesto, muy sincero" y que estaba "muy conmocionado". El presidente de News Corporation les ha presentado su más sincera y absoluta disculpa, según Lewis. En la comparecencia ante la prensa, la familia ha permanecido al margen, detrás de su abogado, durante la lectura del comunicado.
Murdoch ha sido objeto de los reproches de la multitud que se ha agolpado a la salida del hotel donde se ha reunido con los Dowler, llamándole "sinvergüenza", según ha informado el diario 'The Guardian'.
A raíz del escándalo, la familia Dowler ya se ha reunido durante esta semana con el primer ministro británico, David Cameron, el líder de la oposición laborista, Ed Miliban, y con el viceprimer ministro, el liberaldemócrata Nick Clegg.