Según ha explicado un portavoz del Foreign Office en un comunicado, Reino Unido destruirá "150 toneladas de dos químicos industriales del arsenal sirio en una instalación comercial". Estas sustancias, conocidas como 'precursores B', son usadas en la industria farmacéutica y son tratadas de forma similar a otras sustancias que se fabrican, transportan y destruyen en el país, ha explicado.
Estas sustancias químicas "solo son altamente tóxicas cuando se mezclan con un 'precursor A' para fabricar un agente nervioso", ha aclarado el portavoz, precisando que ambos precursores serán sacados de Siria por separado para "eliminar este riesgo".
El material será trasladado en barco a un puerto británico antes de ser transportado a un "lugar comercial" para ser incinerado siguiendo "medidas de seguridad estándar industriales".
Para tranquilizar a la población, el portavoz del Foreign Office ha hecho hincapié en que "se trata de sustancias químicas, no de armas químicas" y que "no contienen explosivos". Su destrucción se llevará a cabo "bajo la supervisión de los inspectores" de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPCW).