Los suizos han rechazado mayoritariamente por referéndum la posibilidad de tener una renta básica de dos mil doscientos euros por persona. Se ha impuesto así el criterio defendido por el Gobierno que se oponía a esta medida propuesta por un particular por considerar que costaría demasiado, debilitaría la economía y podría instaurar la pereza en el país alpino.