Debido a la escalada de violencia, partes de las ciudades de Dimapur y Kohima continúan bajo toque de queda. Según señala 'Indian Express', el servicio de móvil e Internet permanece suspendido en todo el estado para evitar las concentraciones.
El ministro jefe, T. R. Zeliang, que se encuentra sometido a mucha presión para que dimita de su cargo, ha mantenido este viernes un encuentro con el gobernador de Nagaland, P. B. Acharya, para discutir el devenir de los acontecimientos. Así, Zeilang ha llamado a la gente a no caer en "un vandalismo sin sentido" y ha afirmado que los usuarios de las redes sociales deben ser responsables y no difundir rumores que puedan confundir a la población.
"La situación es todavía tensa, pero definitivamente está bajo control. Las aglomeraciones se han dispersado y después del entierro de los dos manifestantes abatidos por la Policía. Hay una mejora de la situación", ha subrayado el jefe de Policía de Nagaland, L. L. Doungel, en declaraciones a 'Indian Express'.
Las manifestaciones se originaron como oposición a la cuota de género del 33 por ciento impuesta para las elecciones a comités de municipios, una situación que se agravó tras la muerte de dos manifestantes. Así, las marchas comenzaron a pedir la depuración de responsabilidades de las autoridades de Nagaland.