Polonia insiste en la salida de Tusk por su falta de "neutralidad" y por el bien de la UE

EUROPA PRESS 08/03/2017 14:27

La primera ministra polaca, Beata Szydlo, ha enviado una carta al resto de sus homólogos de la UE en la que insiste en que el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, no puede seguir en el cargo por su falta de "neutralidad política" y por el bien de la "integridad" del bloque en un momento en que se encuentra sumido en "una crisis sin precedentes".

Szydlo ha denunciado que Polonia se encuentra en los últimos meses en una "situación inusual" por el hecho de que Tusk, un antiguo primer ministro polaco, "haya decidido violar múltiples veces su mandato europeo, usando su autoridad como presidente del Consejo Europeo en acaloradas disputas nacionales".

En concreto, la primera ministra polaca le reprocha su apoyo al bloqueo parlamentario por parte de la oposición que, según ella, "en virtud de las circunstancias constitucionales polacas, (...) fue un intento para derrocar al Gobierno mediante métodos no parlamentarios".

Según Szydlo, el hecho de ejercer un cargo internacional presupone "neutralidad política hacia las disputas nacionales" pero en el caso de Tusk esto no ha ocurrido y su pertenencia de una familia política distinta "no debería ser excusa".

La jefa de Gobierno polaca ha defendido que Tusk, que parece "incapaz" de no inmiscuirse en los asuntos internos de un estado miembro y que "viola este principio, no garantiza que esta función sea ejercida de manera eficiente y profesional".

Ante esta circunstancia, y convencida de que "si una situación similar concerniera a cualquier otro estado miembro, la reacción habría sido igualmente inequívoca y decidida", Szydlo ha señalado que Polonia consideró que sería "responsable" proponer un nuevo candidato para el cargo de presidente del Consejo Europeo y por ello planteó el nombre de Jacek Saryusz-Wolski.

Así las cosas, ha recordado a sus homólogos europeos que "la potencial extensión del mandato del presidente del Consejo Europeo contra la voluntad de su país de origen es contraria a la naturaleza intergubernamental del trabajo de nuestro Consejo" y les ha trasladado el convencimiento de su Gobierno del "gran valor de la integración europea para nuestro continente".

CRISIS EUROPEA SIN PRECEDENTES

Szydlo ha subrayado que la UE se encuentra inmersa en "una crisis sin precedentes y su recuperación requiere adoptar una perspectiva nueva en muchas cuestiones relacionadas con su funcionamiento" y ha apelado a sus homólogos a dejar de lado "nuestras diferencias políticas y regionales" y a "unirse y preservar la integridad de la UE".

"A la luz de la creciente desconfianza en el proyecto de integración europeo mostrada por numerosos países, consideramos necesario establecer mejor el alcance de los estados miembros y la responsabilidad de los parlamentos para el futuro de la UE", ha sostenido.

En opinión de Szydlo, Europa necesita "una nueva y ambiciosa política exterior, de defensa y comercial si quiere jugar un papel importante en el mundo que no siempre es amistoso hacia nosotros". Para ello, ha reclamado la apertura de "un debate político entre los líderes europeos sobre la recuperación de este proyecto".

"La confianza mutua y el respeto por las diferencias entre estados miembros y su soberanía constituye el requisito necesario previo para llevar a cabo este plan", ha resaltado la primera ministra polaca, insistiendo en que "si queremos que la UE sea fuerte y siga creciendo, si queremos que sea un hogar seguro para sus ciudadanos, necesitamos repararla y cambiarla para mejor".

"Necesitamos tener el valor de nombrar estos retos y objetivos y no podemos tener miedo de hacer elecciones difíciles", ha añadido, defendiendo que los estados miembro deben "actuar juntos y nunca entre sí, al tiempo que respetamos nuestras identidades nacionales". Por todo ello, ha remachado en su misiva, Polonia ha planteado que Saryusz-Wolski tome el relevo de Tusk.

Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintiocho deberán decidir este jueves si renuevan a Tusk para un segundo mandato de dos años y medio. El antiguo primer ministro polaco cuenta con un amplio respaldo en las capitales europeas y solo tendrá como rival al candidato propuesto por su propio país, por lo que parece poco probable que no continúe como presidente del Consejo Europeo.