"Me apuntó con la pistola a la cabeza y amenazó con matarme si decíamos algo a la profesora", cuenta esta niña aún asustada por lo ocurrido en el patio de su colegio de Utah. Al parecer, uno de los alumnos, de 11 años, sacó una pistola de su mochila durante el recreo en West Kearns Elementary School, en un suburbio al suroeste de Salt Lake City.
El pequeño contó a sus compañeros que sus padres le animaron a llevar el arma en la mochila después de la masacre de Connecticut.
Cuando los profesores se enteraron del caso detuvieron inmediatamente al pequeño y lo llevaron a la oficina del director. Posteriormente fue trasladado a un centro de detención juvenil y podría ser expulsado de la escuela.
La matanza de Connecticut ha despertado la psicosis y el miedo en las escuelas de Estados Unidos e, incluso, se han disparado la venta de armas en el país en los últimos días.