Fariñas inició el pasado 20 de julio una huelga de hambre para reclamar que el Gobierno de Raúl Castro ponga fin a la persecución contra los disidentes. El opositor, premio Sajarov del Parlamento Europeo en 2010, quiere que el presidente cubano diga publicamente que los opositores no serán "más torturados, amenazados de muerte" ni se les incoarán "causas espurias" ni se le "confiscarán propiedades".
En la misiva, firmada por "amigos, familiares" y dirigentes de FANTU, explican que se dirigen al Pontífice "para tratar de que no se pierda una vida, pues este es el regalo más preciado que hace Dios al hombre".
Según sostienen, Fariñas "está arriesgando la suya pidiendo el cumplimiento de las leyes actuales cubanas para que cese la violencia de unos cubanos sobre otros". Entre los argumentos esgrimidos, se refieren al Evangelio, a unas declaraciones del propio Fidel Castro y a José Martí.
"Las solicitudes de Fariñas, no van en contra de ninguna ideología política y como dijimos al principio se avienen a la doctrina cristina. Pensamos que en cualquier parte del mundo es loable un reclamo como este", afirman.
Por ello, "le rogamos a su Santidad que se interese por este asunto y sobre todo que tenga a Fariñas en sus oraciones", concluyen los firmantes de la misiva, remitida este lunes al Papa Francisco.