El Parlamento de Líbano podría poner fin hoy al vacío presidencial, con Aoun como favorito

EUROPA PRESS 31/10/2016 07:03

Aoun parte como el gran favorito después de que el ex primer ministro y líder de Al Mustaqbal, Saad Hariri, le expresara su respaldo el 20 de octubre, dando un paso para acabar con el bloqueo político en el país.

Aoun ha contado desde el principio con el apoyo del partido-milicia chií Hezbolá, mientras que Hariri ha apoyado primero al líder de Falanges Libanesas, Samir Geagea, y posteriormente al líder del Movimiento Marada, Suleiman Franjieh.

El propio Franjieh ha afirmado este domingo que votará en blanco, tras negarse a retirar su candidatura, y ha pedido a los que le apoyen que hagan lo mismo, según ha informado el diario local 'An Nahar'.

Los juegos de alianzas políticas en Líbano han complicado la sucesión de Michel Suleiman, quien abandonó el cargo en mayo de 2014, llevando al país a sufrir el vacío presidencial más largo en su historia, si bien la situación no ha derivado en un conflicto armado, tal y como ocurrió en 1988 y en 2008.

En las dos ocasiones anteriores, las diferencias a la hora de seleccionar al presidente se saldaron con acuerdos regionales, una opción que parece distante en estos momentos debido a la inestabilidad que sufre Oriente Próximo.

El sistema político libanés contempla que la Presidencia del país debe ser ocupada por un cristiano, mientras que el primer ministro debe ser suní y el presidente del Parlamento, chií.

EL PROCESO DESDE 2014

La salida del poder de Suleiman dejó como principales candidatos a Aoun y al líder de Falanges Libanesas, Samir Geagea, rivales históricos respaldados por dos de los principales bloques políticos, el Movimiento 8 de Marzo --en el que está Hezbolá-- y el Movimiento 14 de Marzo --del que forma parte Al Mustaqbal--, respectivamente.

Sin embargo, y ante la falta de avances en la situación, Hariri anunció en diciembre de 2015 que retiraba su apoyo a Geagea para lanzar la candidatura del líder del Movimiento Marada, Suleiman Franjieh.

Ante el nuevo panorama, Hezbolá --aliado de Marada en el Movimiento 8 de Marzo-- afirmó que no se oponía a Franjieh, pero recalcó que mantenía su apoyo a la candidatura de Aoun, líder del partido cristiano con más representantes en el Parlamento.

Asimismo, el líder de Falanges Libanesas dio un giro en su postura y pasó a anunciar que apoyaba igualmente la candidatura de Aoun, dejándole como máximo candidato, si bien sin suficientes apoyos debido a la falta de los votos de Al Mustaqbal.

La situación llegó a un punto clave el 20 de octubre, cuando Hariri anunció finalmente que respaldaría a Aoun, en un acuerdo no desvelado pero que podría llevarle de nuevo al cargo de primer ministro.

Este posible acuerdo ha desatado las críticas del presidente del Parlamento, Nabih Berri --líder del partido chií AMAL--, que ha argumentado que Aoun y Hariri buscan compartir el poder y "marginar al chiísmo político".

Pese a ello, Berri ha garantizado en los últimos días que el quorum para que la votación se lleve a cabo está garantizado, lo que allana el camino a Aoun hacia la Presidencia del país.

Por su parte, Franjieh ha decidido mantener su candidatura, cargando además contra Geagea --ahora aliado de Aoun--, con el que tiene una disputa histórica y al que recientemente ha tildado de "criminal".

El líder del Movimiento Marada acusa a Geagea del asesinato en 1978 de su padre, su hermana y cerca de otras 40 personas en un ataque contra la mansión familiar en la ciudad de Ehden durante la Guerra Civil Libanesa.

La situación en el contexto regional, con la participación de Hezbolá en el conflicto en Siria, ha tenido un impacto fundamental en el proceso, ya que tanto Arabia Saudí --firme aliado de la familia Hariri-- como Irán --respaldo de Hezbolá-- han jugado sus cartas en el mismo.

LA VOTACIÓN

La votación en el Parlamento arrancará únicamente en caso de que se alcance un quorum de dos tercios de los 127 parlamentarios --uno de ellos dimitió en verano--.

Los candidatos necesitan una mayoría de dos tercios en la primera ronda, o una mayoría absoluta en cualquiera de las siguientes, para ser declarados vencedores de las presidenciales.

El presidente de Líbano cuenta con unos poderes limitados tras el Acuerdo de Taif, pactado en 1989 en la citada ciudad saudí para poner fin a la guerra civil en el país (1975-1990).

Así, tiene un papel básicamente ceremonial, sin poder nombrar o cesar al primer ministro o disolver el Parlamento, como hasta entonces. En la actualidad tiene que consultar con el Parlamento dicho nombramiento.

El presidente del país es además jefe de las Fuerzas Armadas, si bien bajo órdenes del Gobierno, al tiempo que negocia los tratados internacionales junto al primer ministro, siendo igualmente necesaria la aprobación del Ejecutivo.

En el caso de la formación del Gobierno, el presidente nombra al primer ministro, quien debe realizar consultas con los partidos del país para elegir a los ministros.

Ante la situación de estancamiento interno y de conflicto en los países de la región, el Patriarca de Antioquía y metropolitano de la Iglesia católica maronita, Beshara Butros Rai, ha reclamado que la formación del Gobierno tenga lugar lo antes posible.