Un vecino de la pequeña localidad de West, situada a 20 kilómetros de Waco (Texas), graba desde su coche el incendio que se ha producido en la fábrica de fertilizantes situada en el pueblo. El hombre, acompañado por su hijo, no sabe lo que ocurrirá en breves minutos.
De pronto, una fuerte explosión hace temblar el coche donde padre e hijo contemplan el fuego. El pequeño, aterrorizado, grita “no puedo oír, papá, sal de aquí, por favor”.
Se desconoce la identidad de ambos y si alguno de los dos resultó heridos, pero la brutalidad de la explosión hace ver la magnitud de la tragedia que ha sacudido la pequeña localidad.
La explosión en la fábrica de fertilizantes ha provocado más de un centenar de heridos y, los bomberos, temen que la cifra de muertos alcance los 70. Por el momento, son balances provisionales.