Obama y Peña Nieto han analizado "el progreso que los dos países han logrado profundizando las relaciones económicas, combatiendo el crimen organizado, gestionando la migración y reforzando el Estado de Derecho para beneficiar a los pueblos estadounidense y mexicano".
"El presidente Obama ha transmitido lo mucho que Estados Unidos valora y necesita de la relación y la colaboración con México", ha resaltado la nota oficial de la Casa Blanca, sin mencionar en ningún momento a Trump y sus políticas.
Los dos mandatarios se han mostrado partidarios de "consolidar las relaciones" entre sus respectivos países e "institucionalizar" una serie de mecanismos que garanticen su mantenimiento y cuenten con el apoyo de los dos grandes partidos de Estados Unidos.
Peña Nieto ha aprovechado para agradecer a Obama que haya sido un "amigo" de México durante estos ocho años, así como un "aliado comprometido".
La buena sintonía entre Washington y Ciudad de México amenaza con desaparecer con la llegada de Trump, que asumirá el bastón de mando el 20 de enero de 2017. El magnate neoyorquino ha prometido construir un muro en la frontera sur para frenar la inmigración y romper con el acuerdo de libre comercio norteamericano (NAFTA).