El jefe de Estado ha dejado claro que asume su nuevo mandato porque Italia debe dar muestras de "cohesión" ante el mundo y por tanto no podía negarse y ha reprochado a los parlamentarios sus aplausos "autoindulgentes".
La elección el pasado sábado de Giorgio Napolitano como candidato a un nuevo septenato como al frente de la presidencia del país respondió a la incapacidad de las formaciones políticas para elegir un sucesor tras cinco votaciones infructuosas.
"No puedo evitar asumir la responsabilidad para con la nación y confío en que haya una correspondiente asunción de responsabilidad colectiva análoga (...). Debo ofrecer la disponibilidad que se me ha pedido", señaló Napolitano en una nota oficial distribuida por la Presidencia.
La propuesta para que Napolitano, de 87 años, siguiera en el cargo la realizó el Partido Democrático, de centro-izquierda, y fue acogida favorablemente por el Pueblo de la Libertad de Silvio Berlusconi y otras formaciones tradicionales.