El ataque ocurrió poco después de la misa de la mañana cuando los feligreses aún se encontraban a las afueras de la iglesia, localizada en la aldea de Kwamjilari, en el estado de Borno.
Los atacantes iban en bicicleta y otros compinches se situaron en la carretera de salida de la aldea para disparar a cualquiera que intentara huir, según han informado algunos testigos.
"Los atacantes prendieron fuego a las casas y campos de maíz que estaban casi listos para la cosecha", ha comentado un líder local de Kautikeri.
El incidente recuerda a uno similar del mes pasado en el que diez personas murieron y trece fueron secuestradas. Ambos siguen el patrón de los ataques de Boko Haram, quienes frecuentemente atacan aldeas, iglesias y mezquitas en Nigeria desde 2009.
El Ejército de Nigeria sostiene que tiene una amplia ventaja frente a Boko Haram en un conflicto que ya ha costado la vida a al menos 20.000 personas y ha dejado a más de 2,6 millones sin hogar. A pesar del control que alega tener el Ejército, los ataques esporádicos como el de este domingo son muy difíciles de prevenir y suponen una gran amenaza para muchas zonas rurales del país.