La primera explosión fue provocada por una motocicleta bomba a la entrada del barrio, de mayoría chií. El artefacto explosivo habría sido detonado por control remoto. "La explosión ha sido tan potente que ha reventado las fachadas de varios pisos. La mayoría de los cristales de los edificios cercanos han quedado hechos añicos", han relatado los vecinos.
La segunda explosión fue causada por una bombona de gas de un vehículo, ya en el interior del suburbio, aunque las autoridades aún no han confirmado si esta segunda detonación fue también un atentado. La deflagración ha provocado un incendio en varios inmuebles cercanos.
"Hay muchas tiendas en la zona y creemos que el número de víctimas podría aumentar", indicó la Policía, que sospecha que los explosivos tenían como objetivo a los asistentes a una mezquita cercana.
Los propios residentes de la zona iniciaron la evacuación de los heridos hacia los hospitales cercanos y se han quejado de la ausencia de efectivos de las fuerzas de seguridad y de maquinaria pesada. Algunos agentes hicieron acto de presencia poco después de las explosiones, pero se marcharon poco después.
"Los agentes no se asoman por el lugar de la tragedia. No se atreven a aparecer ante las víctimas. Podemos verlos, cómo guardan las distancias", se ha lamentado uno de los vecinos de la zona en declaraciones a Geo TV.
La bomba ha causado daños en las canalizaciones de gas natural, por lo que hay riesgo de nuevas explosiones. Ya se ha advertido a la población de que no utilicen cerillas ni fumen en la zona.
Fuentes del Hospital Patel, cercano al lugar del atentado, han confirmado siete víctimas mortales, incluidos mujeres y niños. Otros siete heridos están en condición crítica.
Otro hospital, el Hospital Abbasi Shaheed, ha confirmado dos fallecidos y diez heridos, mientras que el Centro Médico de Postgrado Jinnah tiene dos fallecidos y siete heridos, incluidos tres menores y una pareja. El Hospital Universitario Aga Khan ha informado de 70 heridos.
El jefe del gobierno de la provincia de Sindh, Qaim Ali Shah, ha condenado el atentado y ha anunciado la asignación de 1,5 millones de rupias paquistaníes (unos 11.700 euros) para las familias de los fallecidos y 1 millón (unos 7.800 euros) a cada herido grave.
El Movimiento Muttahida Qaumi (MQM) ha anunciado un día de luto y la Alianza Jafria ha convocado una huelga general para el lunes en protesta por el atentado.