Mueren al menos ocho personas en una nueva jornada de disturbios en la región de Oromia

EUROPA PRESS 13/10/2017 04:35

Residentes citados por la emisora estadounidense Voice of America han indicado que los principales incidentes han tenido lugar en la localidad de Soda, donde un grupo de personas interceptó un vehículo de las fuerzas de seguridad.

Según estas informaciones, el vehículo fue parado cerca de la ciudad debido a que los residentes sospechaban que transportaba armas para la Policía de la vecina región de Somali. Los agentes habrían respondido abriendo fuego, matando a cuatro personas.

En las últimas semanas se han registrado numerosos enfrentamientos en la frontera entre las regiones de Oromia y Somali, que han dejado más de 50 muertos y cerca de 50.000 desplazados.

El portavoz del gobierno regional de Oromia, Adisu Arega, afirmó en septiembre que las tensiones aumentaron después de que una unidad especial de la Policía de la región de Somali arrestara a varios oficiales de Oromia, que fueron posteriormente asesinados.

Este incidente provocó una serie de protestas que derivaron en enfrentamientos entre ambas comunidades en el este de Etiopía.

Por su parte, Mohamed Bile, asesor de la presidencia del estado de Somali, denunció que la Policía regional de Oromo ha llevado ataques contra civiles en la frontera entre ambos estados. "Están atacando a civiles pacíficos desarmados en esas zonas", dijo.

El conflicto fronterizo entre ambas regiones se retrotrae más de una década. El referéndum celebrado en 2004 para intentar resolver las tensiones no logró solucionar la situación.

El incidente de este jueves en Oromia ha tenido lugar horas después de la muerte de al menos cuatro manifestantes a manos de las fuerzas de seguridad en protestas antigubernamentales en la región.

El Gobierno etíope retiró en agosto el estado de emergencia impuesto diez meses antes en el estado, tras cerca de dos años de protestas contra las autoridades.

Las protestas --que derivaron en la aplicación del estado de emergencia, retirado en agosto de este año-- se saldaron con la muerte de cerca de 670 personas, según los datos de la Comisión de Derechos Humanos de Etiopía.

Las protestas estallaron por la decisión de incorporar el distrito de Wolkayt a la vecina región de Tigray, sin tener en cuenta las divisiones étnicas, para garantizar la expansión territorial de la capital, Adís Abeba.

Etiopía, aliado occidental en la lucha contra Estado Islámico y un actor cada vez más importante en el desarrollo económico del Cuerno de África, acusó a "elementos" de Eritrea, Egipto y otros países de alentar los disturbios.