Más de 15 vehículos pertenecientes a los milicianos han sido destruidos en el ataque, según ha declarado una fuente de seguridad, y ha recogido la agencia de noticias local Iraqi News.
Las milicias de Estado Islámico ocupan las ciudades de Qaim y Rawa, ambas en la zona oeste del país, desde 2014, cuando proclamaron el califato. Hasta ahora, las campañas militares del Gobierno y sus aliados no se han centrado en retomar esa región, pero se han realizado ofensivas ocasionalmente, logrando el control de algunos pueblos circundantes.
Sin embargo, a finales de julio, los aviones de combate del Ejército iraquí arrojaron millones de mensajes en Anbar, avisando a los lugareños de que tienen intención de emprender ofensivas en la provincia, y se les aconsejaba mantenerse alejados de las posiciones de las milicias.
El Gobierno iraquí declaró el pasado julio la victoria sobre Estado Islámico en Mosul, la antigua capital de la organización en el país.
Las autoridades locales y las organizaciones defensoras de Derechos Humanos creen que la organización retiene a miles de civiles en Anbar, utilizándoles como escudos humanos.