Mueller cree que las circunstancias y las razones del despido de Comey son un elemento significativo de su investigación, que incluye si Trump incurrió en un delito de obstrucción a la justicia al cesar al entonces director.
El consejero de la Casa Blanca, Donald McGahn, se opuso a la carta, que fue redactada en mayo, ya que consideraba que su tono podría ser problemático. Entre sus preocupaciones se encontraban las referencias a las conversaciones privadas que mantuvo Trump con Comey.
McGahn consiguió evitar que la carta, redactada por Trump y Stephen Miller --asesor personal del presidente--, fuera enviada a Comey. Sin embargo, el vicefiscal general estadounidense, Rod Rosenstein, recibió una copia con la que redactó una nueva.
Según lo publicado por el diario 'The New York Times', Trump habría pedido en febrero a Comey que archivase las investigaciones abiertas sobre el exasesor de Seguridad Nacional Michael Flynn, que se vio obligado a renunciar el cargo tras salir a la luz los contactos que había mantenido con el embajador ruso en Washington.
Trump utilizó entre sus argumentos que su exasesor era "un buen tipo" y alegó que no había cometido ninguna irregularidad. Comey, por su parte, se habría limitado a responder: "Coincido en que es un buen tipo".
El exdirector del FBI, intentó documentar de esta forma lo que le parecieron presiones fuera de lugar por parte de Trump. Compartió la existencia de este documento con varias personas de su entorno y de demostrarse dicha conversación, sería la confirmación definitiva de que el mandatario estadounidense traspasó la línea en al menos una de sus conversaciones con Comey.