El ministro para los Veteranos de Guerra, Tomo Medved, repitió las últimas palabras de Praljak, pronunciadas antes de beberse el veneno que acabó con su vida: "Slobodan Praljak no es un criminal de guerra. Con indignación, rechazo su veredicto". También estaba presente el ministro de Defensa, Damir Krsticevic, informan medios croatas.
El acto se ha desarrollado en el Auditorio Vatroslav Lisinski, el más importante de la capital croata, con intervenciones de personalidades políticas de la década de 1990 y generales de las guerras que asolaron la antigua Yugoslavia.
"El general Praljak era coherente con su naturaleza ética y rechazó el veredicto injusto por el que él y otras cinco personas fueron condenadas por crímenes que no cometieron, que no pudieron evitar y de los que no sabían nada", ha argumentado el diputado Miroslav Tudjman, hijo del histórico líder croata Franjo Tudjman.
También estaban los criminales de guerra Mirko Norac --condenado a 15 años de cárcel-- y Dario Kordic --bosnio-croata condenado a 25 años de cárcel por los crímenes contra los bosniacos de la localidad de Ahmici en 1993-1994-- y destacadas figuras de la ultraderecha croata. La convocatoria ha sido de la Asociación de Generales Croatas y estaba abierto al público.
Durante la ceremonia se han recitado textos de William Shakespeare y un coro ha cantado canciones patrióticas. El cierre lo ha puesto el himno nacional croata.
El Ayuntamiento de Zagreb ha fletado autobuses gratuitos para facilitar la asistencia al acto de la mañana. Ya por la tarde se ha celebrado un acto religioso en una iglesia católica de Zagreb. En otras ciudades croatas se han celebrado actos en recuerdo de Praljak.
En contraste, la ONG croata Iniciativa Juvenil por los Derechos Humanos ha organizado un acto en recuerdo de las víctimas de las fuerzas croatas en la guerra de la década de 1990 en la plaza de la República Francesa de Zagreb en la tarde del lunes.